Muy buenas.
"Eres muy joven. No puedes avivar tu fuego interior continuamente"
Nuestro protagonista se acaba de despertar. Se quedó por la noche viendo series y el resultado son las 10 de la mañana, con el pijama pegado a las sábanas, intentando enumerar razones suficientes para sacar los pies de la cama. No se le ocurre ninguna. Finalmente ha logrado hacerlo. Desayuno copioso, charla con su mujer acerca de qué ha hecho ella (¿?), a qué hora se acostó y despertó, sensaciones nocturnas. Cual entrevistador post-partido: Valoración general de la noche. Paseos sin rumbo por la casa. Qué me pongo. Ducha de 30 minutos, afeitado. Estoy listo, cómo andas tú? Son las 13 horas, vamos al aperitivo de la plaza.
Cuando Christopher McCandless intuyó que un futuro semejante le esperaba, huyó despavorido buscando cualquier razón para vivir. Into the wild nos contó cómo este joven, perdido -como cualquiera de nosotros en algún momento- buscó respuestas en la naturaleza. La Pachamama le recibió como a cualquier otro, esto es, dándole el placer de disfrutar de sus aromas, paisajes y toda aquella energía que de ella manara y pudiera ser aprovechada. Y así lo hizo. Y así terminó. Los Dioses adulan a aquellos a quienes quieren perder.
Mi querido Nietzsche, mortificado toda su vida por sus problemas de salud, ha sido el pensador que más ha glorificado y enfatizado en el ideal de una vida exuberante, sana y fuerte, de la alegría infinita de vivir, como si el hecho de estar enfermo no fuera más que una suerte que le hubiera tocado y esto no le impidiera pensar en que lo mejor siempre está por llegar.
Y como me descubro cada día en pensamientos ya pensados, atribuidos a él por una cuestión cronológica, cuanto más difícil se ponen las cosas y más cuesta sobreponerse a ellas, más ganas tengo de sobrevivir primero, de vivir después y disfrutar la vida hasta el final, porque también existe la felicidad en la búsqueda y el anhelo.
Nietzsche insiste, querido amigo. No sé de dónde vienen estos dolores que me asaltan cada día. Sé cuando empiezan pero no cuando terminan. Tampoco consigo ponerles una duración determinada, así que no sé cuánto tiempo me queda de lucidez. He de actuar rápido. Aforismos, venid a mi. Todo lo que pueda resumir y sintetizar hará que pueda conseguir resultados inmediatos. Para ello he de saber qué quiero en mi vida, por partes.
Y vuelvo yo, con las ideas aún más claras por si el fantasma vuelve. Se amontonan las ideas en mi cabeza porque hay muchas cosas que me hacen feliz. Pero afino bien las ruedas del microscopio que enlaza el cerebro con mi estómago, dejando de lado el corazón, porque las curvas en las lentes distorsionan el resultado. Y ahí aparecen claramente las cosas que me proporcionan un bienestar inmediato, aunque temporal, pero muy fácilmente posibles de repetir. Y me pongo a ello.
Voy por las piedras dando pequeños brincos que me hacen levitar sobre la Naturaleza. El aire frío, mezclado con el sudor, hacen que respire mejor. Mi cuerpo se está refrigerando. La sensación de controlar el equilibrio ante las puntas expuestas de las rocas hace que el resto de problemas parezcan fáciles de resolver. No hay nada, ni siquiera los pensamientos más negativos, que se pueda interponer en esa simbiosis que se produce sin querer, solo por estar. Por eso hablamos de "lo natural", porque precisamente no requiere ningún esfuerzo.
Me llama lo salvaje, tanto de la naturaleza como de las personas. A la pregunta de qué quieres de otra persona, mi respuesta es lo salvaje. Como si hubiera la necesidad de salir a cazar juntos y solo se interpusiera querer hacerlo. El mundo en que nos toca vivir es solo un escenario momentáneo y nuestro tiempo irrelevante para lo que en realidad nos llena como individuos. Into the wild. My wilderness.
Todo merece la pena. Lo más trágico te lleva a querer más. Lo que más te cuesta conseguir dobla la satisfacción al lograrlo. Nada puede interponerse entre lo que quieres y lo que puedes hacer.
Ahora si puedo avivar mi fuego interior continuamente, porque de eso se trata, de no descansar. La energía es vida. Y yo tengo mucha energía.
Nos vemos